4 abr 2012

RAYO

Aun asiendo la bravura de tu coraje instinto,
Consigues desvelar de un fugaz chasquido
El escaso sueño del poeta que,
Por jugarreta del destino
Nunca dominó.
Y aun así,
Encuentro de lo más variopinto
E inesperado tu aparecer.
Y se agradece.
Porque rompes como poco la monotonía
Y harás que en un tono ocre
De zarrapastroso papel
Perdure la mota de la memoria.
Y que ya sea a minorías
O a mundos enteros, 
Con tu vergel encantarás
Los días, las noches
Y las tardes,
De todo aquello que se plasme
Lea o perciba
Sobre el hojarascoso cerebro del palabrero:
Su querer, su futuro, su deseo y no puedo
Estrepitoso del minero de tus minas,
Del herrero de tus metales,
Y del orfebrero de tus caprichos,
INSPIRACIÓN.


P. R. Elbal.