Hace
tanto que ya no escribo...
Y...¿Qué
es de esa ambrosía,
Que salía
de tras mis córneas
Y ante
ellas en poesía se escribía?
¿Qué de
la tinta de sangre, lágrimas,
ánimas,
tormentos, latifundios y parajes?
Solo
queda un consuelo, un mísero consuelo,
que hace
del sueño una fantasía,
De la
realidad una ilusión,
De la
ficción un cuento,
Y del
cielo un suelo...
¿Qué fue
de la poesía que emanaba,
Como una
fuente, de mi paladar,
Que del
habla se despegaba en forma de papiro?
Aspiró a
más, eso digo...
La poesía
me sobrepasó, me sorprendió,
No llegué
a alcanzarla, ni a rozarla siquiera...
Y aquí
sigo, ante un block, muerto de asco,
sollozando
por un don que se me arrebató.
Quién
pudiera ser poesía para tocar las lindes de la eternidad,
Quién
pudiera alcanzar a los dioses tras unas frases
Y
pronunciar sus cánticos con alegría:
-Yo,
poseedor de la ambrosía, soy poesía... ¿Y qué eres tú?
No se
olvida tras del tiempo -tic, tac-
Como
montar en bici, -tic, tac-
Yo no he
bajado del Olimpo -tic, tac-
Que unas
rimas en noches de tormento me proporcionan -tic, tac-
Curando
la agonía de esto a lo que llama vida...-tic, tac.
Y afirmo,
en la soberanía de mi ser:
-Yo, fui
poesía...¿Y qué fuiste tú?, -...Tic......tac.
Pablo R. Elbal
Pablo R. Elbal